Peace Wall Belfast
Atracción | Belfast | Northern Ireland | Reino Unido
El Muro de la Paz en Belfast, Irlanda del Norte, es uno de los puntos de interés más destacados e históricamente significativos de la ciudad, y un impresionante símbolo de la compleja historia del conflicto de Irlanda del Norte, más conocido como "The Troubles". Estas llamadas murallas de la paz están formadas por una serie de barreras divisorias, principalmente en Belfast, pero también en otras ciudades de Irlanda del Norte como Derry, Portadown y Lurgan, que fueron construidas para separar los barrios católico-nacionalistas de los protestantes-unionistas. Las Peace Walls se extienden en total por más de 34 kilómetros, con la mayoría concentrada en Belfast, especialmente en los barrios oeste y norte de la ciudad. Son un testimonio vivo de las profundas divisiones que han marcado la ciudad durante décadas, y a la vez una atracción que atrae a visitantes de todo el mundo.
La historia de las Peace Walls comienza en 1969, cuando después de estallar graves disturbios durante los Troubles, el ejército británico erigió por primera vez barreras provisionales de chapa y alambre de púa. Estos disturbios, que alcanzaron su punto máximo en agosto de 1969, surgieron de las tensiones entre la minoría católica, que abogaba por la reunificación con Irlanda, y la mayoría protestante, que apoyaba la permanencia de Irlanda del Norte en el Reino Unido. Especialmente en el oeste de Belfast, entre la nacionalista Falls Road y la unionista Shankill Road, hubo intensos enfrentamientos que destruyeron cientos de hogares y obligaron a miles de personas a huir. Las murallas, originalmente concebidas como una medida temporal, resultaron efectivas en la reducción de la violencia y fueron reforzadas, extendidas y permanente a lo largo de los años. De unas pocas barreras iniciales surgió una red de más de 100 muros, de los cuales aproximadamente 60 están en Belfast, construidos hoy en día con hormigón, acero y malla metálica, algunos de ellos con hasta seis metros de altura.
Las Peace Walls no son solo barreras físicas, sino también hitos culturales que reflejan la compleja identidad de Belfast. A lo largo de los muros, especialmente en la famosa línea divisoria en Cupar Way entre Falls Road y Shankill Road, se extienden coloridos murales y grafitis que sirven como expresión de convicciones políticas y eventos históricos. En el lado nacionalista, los murales suelen mostrar símbolos de la independencia irlandesa, retratos de mártires del IRA o solidaridad con otros pueblos oprimidos en todo el mundo, como los palestinos. Por otro lado, en el lado unionista predominan imágenes de paz, lealtad a la corona británica y homenajes a miembros caídos de grupos paramilitares como la Asociación de Defensa del Úlster. Estas obras de arte han convertido a los muros en un componente central del llamado "turismo de conflicto", en el que los visitantes pueden experimentar la historia tumultuosa de la ciudad a través de tours guiados, a menudo en los famosos taxis negros.
Una característica notable de las Peace Walls son las puertas incorporadas en muchos tramos, que permiten el paso entre las comunidades. Estas puertas, que a veces todavía se cierran de noche, simbolizan la continua precaución y desconfianza entre los dos grupos poblacionales, a pesar del Acuerdo de Viernes Santo de 1998. Aunque este acuerdo logró en gran medida poner fin a la violencia abierta, el número de murallas de la paz ha aumentado desde entonces, lo que refleja las profundas tensiones arraigadas. En 2013, el gobierno de Irlanda del Norte se fijó el objetivo de desmantelar todas las murallas para 2023 de mutuo acuerdo, pero hasta la fecha solo se han retirado algunas, como la que estaba en Crumlin Road en 2016, lo que destaca los desafíos de este proyecto.
Para los visitantes, el Muro de la Paz ofrece una variedad de experiencias. El acceso es gratuito, y muchos exploran los muros por su cuenta o en tours guiados que ofrecen una visión más profunda de la historia y el significado de las barreras. Es especialmente impresionante la posibilidad de dejar mensajes propios en los muros, una tradición que invita a visitantes de todo el mundo a dejar sus deseos de paz y reconciliación. El tramo más famoso en Cupar Way tiene aproximadamente 800 metros de largo y a menudo se considera una galería de arte al aire libre que representa tanto el dolor del pasado como la esperanza de un futuro mejor. El estacionamiento cercano y la facilidad de acceso hacen que la visita sea sencilla, siendo recomendable visitar los muros temprano en el día para disfrutar de la atmósfera más tranquila.
La importancia del Muro de la Paz radica en su papel como testimonio físico y simbólico de los Troubles y de la división persistente en Belfast. Recuerda a las más de 3,500 personas que murieron durante el conflicto, muchos de ellos cerca de los muros, y representa los desafíos del proceso de paz en una ciudad donde aproximadamente el 70% de la población aún vive en barrios segregados. Al mismo tiempo, se ha convertido en una atracción turística que comunica de manera impresionante la compleja identidad de Belfast, marcada por el conflicto, el arte y la resiliencia. Ya sea estudiando los conmovedores murales, pasando por las puertas o sintiendo la quietud de las calles separadas, el Muro de la Paz ofrece una experiencia profunda que captura de manera conmovedora la historia y el presente de Irlanda del Norte.